RUTA HISTÓRICA

Cuando llegamos al Nahuel Huapi (Nahuel: tigre; Huapi: isla), la majestuosidad de la naturaleza que nos rodea sólo nos deja lugar para pensar en escalar sus montañas, navegar por su lago y dejarnos embriagar por el sonido proveniente de sus bosques. Claro que sabemos también que antes que nosotros otras personas han sentido lo mismo y quizás nos preguntaremos como sería este sitio en el pasado, qué vieron quienes lo habitaron, cuáles fueron sus desafíos, sus luchas, sus sueños…
Te proponemos entonces que cuando recorras nuestras rutas, estés atento a estos lugares en los que la historia se “asoma”, para descubrir lo que está más allá de nuestros maravillosos paisajes.
Antes de comenzar este viaje al pasado, te recomendamos que visites el siguiente enlace Historia de la Región de Nahuel Huapi
Si bien puedes iniciar el recorrido desde cualquiera de los puntos que están destacados en el mapa, vamos a develarte los secretos de esta Ruta Histórica, partiendo desde la boca del Río Limay, en dirección a Villa La Angostura y retornando por el Collón Curá hasta regresar al puente del Limay que conecta las provincias de Neuquén y Río Negro.
¡¡¡¡ALLÁ VAMOS!!!
Paraje Nahuel Huapi
En esta planicie denominada Paraje Nahuel Huapi a fines del siglo pasado se estableció un núcleo de población. Aquí funcionaban el destacamento de policía fronteriza, la estafeta de correos, el Juzgado de Paz y el almacén de ramos generales de Jarred Jones.

Antes de la construcción del primer puente de hierro (1935), existía una balsa de maroma para cruzar el río.

En 1913 realizó estudios en la zona el geólogo norteamericano Bailey Willis, quien propuso transformar el área en un polo de desarrollo industrial con embalses, fábricas y explotación intensiva de los recursos naturales. Esta idea no prosperó y con el correr de los años la población fue concentrándose hacia lo que ahora constituye la ciudad de San Carlos de Bariloche. Aún sigue en pie el almacén de ramos generales de Jarred Jones, conocido como el Boliche del Limay.
El Boliche Viejo
Este edificio fue construido a fines de siglo pasado por el norteamericano Jarred Jones, pionero de la zona. Aquí instaló su almacén de ramos generales en el que se abastecían los pobladores de varios kilómetros a la redonda. La compra y comercialización de mercaderías se realizaba principalmente a través del trueque. Se proveía desde Chile y de la colonia galesa del Chubut.
¿Sabés cuánto tardaban en ir y venir a Chubut las carretas con los productos ? ¡¡¡UN MES!!!!.
Obsérvese que el estilo y los materiales utilizados para su construcción responden al empleado en zonas portuarias. Esto la distingue del resto de las construcciones de esa época que se edificaban con madera y piedra. Lo invitamos a entrar para transportarse a aquella época en que la Patagonia era el sitio elegido por muchos forajidos de los cuales el más famoso fue el norteamericano Butch Cassidy.
Nacientes del Río Limay
Este río que estás contemplando ha sido testigo de muchos acontecimientos importantes de la historia regional y de la vida cotidiana de sus protagonistas.
Nace aquí mismo, en el lago Nahuel Huapi y desemboca, luego de recorrer aproximadamente 380 kms. en la ciudad capital de Neuquén, zona conocida justamente como “Confluencia” porque allí se une al río Neuquén y juntos forman el río Negro que desemboca en el océano Atlántico, a la altura de las ciudades de Carmen de Patagones (Pcia. Buenos Aires) y Viedma(Capital de la Pcia. de Río Negro).
Su curso sinuoso te acompañará hasta la zona del Collón Curá donde combinado con formaciones rocosas muy llamativas, da lugar a uno de los paisajes más hermosos de la región. Los puntos panorámicos más conocidos son “El Anfiteatro” y “Confluencia Traful”. Pero a lo largo del recorrido encontrarás varios lugares donde acercarte a su orilla y poder hacer picnic y pescar . Sus aguas son muy turbulentas en algunos tramos con formación de rápidos ideales para practicar rafting con empresas especializadas. NO RECOMENDAMOS BAÑARSE NI NADAR EN EL MISMO, ya que en sus orillas se encuentran gran cantidad de ramas y sedimentos que pueden ser peligrosos.
Su belleza y magia inspiró a el poeta neuquino más emblemático, Marcelo Berbel, quien le dedicó esta maravillosa canción DULCE LIMAY. Te proponemos que la escuches mientras transitas por su vera.
Los grupos precolombinos que habitaron la zona, lo llamaron “Limei” y los primeros hombres blancos que llegaron le dieron el nombre de “Desaguadero” y “Gran río de los Sauces”.
Su presencia y características, favoreció el asentamiento de tribus indígenas, siendo su embocadura lugar de encuentro de las mismas y también de los contactos con los conquistadores, misioneros y exploradores que llegaban a la zona desde Chile y posteriormente desde la costa Atlántica.
El primer registro data de 1620, cuando Diego Ponce de León mencionó por primera vez la “Lagunanaguelguapi” y llegó al Limay.
Posteriormente, los jesuitas registraron su presencia a fines del 1600 y contactaron con las parcialidades que vivían en la región.
Casi un siglo más tarde, a fines del 1700, Fray Menendez llegó también desde Chile y en sus memorias “Los Diarios de Fray Menendez” da a conocer cómo era la vida de los pueblos precolombinos del lugar; sus alianzas y luchas con otras parcialidades de más al sur y de Chile, formas de vida, economía e incluso devela los nombres de algunos caciques de aquella época.
Desde el territorio argentino, el primero que llegó a este lugar fue el Perito Francisco Pascasio Moreno en 1876. Figura que sería relevante en la historia de esta porción de Patria a la que tanto amó y defendió.
Durante la Campaña del Desierto, fue lugar de encuentro entre el Cnel. Villegas y el Cacique Inacayal, cuando éste recibe de parte del ejército argentino, la bandera nacional, como símbolo de pertenencia de su gente al recién creado país.
Y sus aguas tumultuosas hicieron imposible su navegación hasta que el 13 de diciembre de 1883 con la Modesta Victoria, Eduardo O’Connor y su tripulación lograron remontarlo desde el Collón Cura hasta su boca e ingresar al lago Nahuel Huapi para realizar el primer relevamiento científico de este lago. Ingresando a este link La Modesta de O’Connor podrás disfrutar del audiolibro donde se relata la bitácora de esta épica expedición.
Cuando en 1902 se crea la Colonia Agropastoril “Nahuel Huapi”, este lugar fue testigo de las ciento de jangadas que transportaban desde distintos lugares de la zona, la explotación maderera rumbo a Neuquén. Conocé el relato de la vida de estos balseros del Limay.
A pocos metros desde el puente, en dirección a Villa La Angostura, de mano izquierda, se encuentra el monumento al Perito Francisco Pascasio Moreno, quien, como ya te mencioné fue el primer argentino en llegar a este lago en 1876.
Continuando viaje, llegarás al cruce de la RN 40 que te llevará a Villa La Angostura.
En este tramo de la ruta observarás extensos campos en el que pastan animales y hasta quizás cruces algún ciervo o jabalí. Estos pertenecen a la estancia Chacabuco, que Jarred Jones adquirió a fines del 1800. También por aquella época adquirieron propiedades al gobierno la familia Newbery (parientes del famoso aviador).
Paso Coihue
Llegando a brazo coihue, donde se vuelve a divisar el lago, a la derecha está la entrada de la estancia de los Newbery, Durante los primeros años del siglo pasado, los angloparlantes eran muchos en proporción con los locales. “Excepto nosotros, norteamericanos no quedó ninguno -explica Gini, hija de Andrés Jones-; aun así había todo un mundo de habla inglesa en este lugar”. De hecho, hubo una escuela para los niños angloparlantes. Estaba en Península Huemul, en un lugar conocido como “Puerto Colegio”. En 1908 contrataron a un maestro, Gordon Bowman, quien llegó especialmente desde Inglaterra para instruir a los niños de las familias inglesas y norteamericanas.
El vínculo entre ellos se sostenía en una comunidad de intereses y de lengua. Los ingleses que trabajaban en estancias patagónicas como parte de su sueldo tenían pago el colegio de sus hijos. “Yo era directora del Colegio Woodville cuando había internado; en él vivían los niños que venían de las estancias”, relata Edith Jones. Este colegio fue el sucesor del que había funcionado en Península Huemul a principios de siglo.
A la izquierda la entrada a la propiedad de los Ortiz Basualdo, quienes a principios del siglo pasado habían puesto en marcha una estancia “modelo”, llamada “FARWEST”, junto a Aaron Anchorena.
En este sitio, dentro de la propiedad de los Ortiz Basualdo, se estima que estuvo la MISIÓN JESUITA DEL NAHUEL HAUPI desde finales del 1600 hasta mediados del 1700. Llegando a Villa La Angostura encontrarás un monumento en el que se le rinde homenaje a los misioneros como Mascardi y Guillelmo.
La familia Quintriqueo, de origen mapuche y asentada también desde hace muchos años, ofrece servicio de camping en las orillas del lago y venta de artesanías.
Continua la ruta al borde del lago hasta llegar a
Santa María
En 1903 llegó desde Navarro, provincia de Buenos Aires, uno de los primeros pioneros de la zona, don José Luis Barbagelatta. Junto a su hermano Manuel adquirieron del Gobierno Nacional dos predios de 625 has. cada uno. Con ellos vino también un sobrino, Antonio Tierno, que se asentaría luego en lo que es hoy la hostería Las Flores. Quienes adquirían los lotes, ya sea por remate público o abonando la suma de $ 500.- se comprometían a realizar diversas mejoras: construcción de viviendas, corrales, cercos, etc., y a acondicionar el tramo del camino que pasara por su predio. Barbagelatta abandonó, como tantos otros colonos, sus estudios en Buenos Aires para dedicarse a la actividad agropastoril y a la explotación de la madera. Se casó con Micaela Lavallén y tuvieron varios hijos, muchos de los cuales fallecieron a corta edad. Las condiciones de vida eran muy duras, el médico más cercano estaba en Bariloche pero, como dicen los viejos pobladores, …”antes nadie se enfermaba…”. Se vivía con muy poco pero no faltaba lo imprescindible para alimentarse y vestirse. A pocos metros de aquí se encuentra la precaria vivienda que albergó a la familia durante los primeros tiempos
La primer vivienda, a pesar de su aparente fragilidad, permaneció más de un siglo en pié junto al establo, los galpones y otras dependencias de aquella época. La cocina y las habitaciones estában en edificios diferentes. Todas fueron construidas con madera de ciprés y coihue trabajadas a mano. La técnica de construcción utilizada se la denomina “palo a pique”. Consiste en troncos cortados a hacha ubicados uno al lado del otro enterrados en el piso. Los techos son de tejuelas de ciprés hechas a mano. No tenía vidrios así que para aislarse del frío se colocaban en las aberturas bolsas y se revestían las paredes con papeles pegados con engrudo. A pocos metros se encuentraba el “Chenque”. Así se llamaba a un pozo hecho en la tierra donde se guardaban las reservas de comida para el invierno. Todo colono que se preciara de tal plantaba alrededor de su casa frutales, elemento característicos en todos los poblados.
La segunda casa, edificada entre 1922 y 1923, albergó en su cocina la primera escuela de la zona. Fue edificada con la técnica llamada “block house”. Consiste en troncos labrados a hacha ubicados horizontalmente uno sobre otro y trabados entre sí en las uniones de las paredes originando así el típico efecto de los troncos sobresaliendo en los vértices de la casa. Posteriormente se amplió y a partir de 1932 funcionó como hostería a donde concurrirían todos los veranos turistas cuyo principal objetivo era la pesca. También oficiaba de parada de micros de línea en entre Bariloche y Villa La Angostura.
Actualmente es una propiedad privada que no está abierta al público.
Para acceder a sus playas de arenas blancas, se debe ingresar por el camping “Don Horacio”.
Conocé más acerca de la historia de este lugar contada por sus propios protagonistas LOS BARBAGELATA
Las Flores
Aquí se estableció a principio de siglo don Antonio Tierno. La casa principal, hoy con visible deterioro, fue uno de los lugares más bellos de la ruta. Haciéndole honor al nombre, su jardín siempre estaba lleno de flores que generaban un aire bucólico. La parte central del edificio data de los años ’30 y luego en la década siguiente se construyeron las dos alas laterales donde están la cocina y las habitaciones. Está realizada con materiales de la zona, piedra y madera con estilo sencillo y aberturas pequeñas para evitar la pérdida de calor. Constituye un ejemplo de arquitectura popular. Funcionó como hostería desde los años `30 en que Parques Nacionales fomentó la apertura de establecimientos hoteleros al borde de las rutas del Parque. Su galería central es un elemento muy característico de la arquitectura del sur de Chile, que influyó notablemente en las construcciones de nuestra zona. Todas las viviendas eran hechas por los propietarios ayudados por vecinos y se empleaban artesanos carpinteros chilenos que poseían una gran habilidad para el trabajo de la madera. Alojarse aquí era como transportarse a un tiempo de pioneros donde la sencillez era el mayor confort. Las flores del jardín inspiraron su nombre y le imprime un sello inconfundible.
Vivero Genciana
Esta propiedad pertenece a la familia Diem, descendientes de José Diem, alemán, establecido en la zona desde 1926 y en este lugar desde 1940. Se dedicó al estudio de la flora de la región, lo que le hizo merecer en 1959 el premio “E. L. Holmberg” de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Junto con otros vecinos fue pionero en la práctica de los deportes de montaña. En este vivero se especializó en el cultivo de rododendros y gencianas. Diseñó el sendero interpretativo en el Bosque de Arrayanes. La casa, de 1953, fue diseñada por él y un amigo y representa a las edificaciones de la época por su diseño funcional y la utilización de materiales de la zona. Sus restos descansan con los de su esposa, Elena Wetzel, en este parque junto a las flores y plantas que tanto amó.
Sus descendientes siguen habitando el lugar y cultivando con dedicación diversas especies en el vivero que puedes visitar durante todo el año.
Conocé más acerca de la historia de la Familia Diem en esta entrevista realizada en 1999 a Ernesto Diem, uno de sus hijos.
Puerto Manzano
Esta casa fue construida por Cristian Book quien pobló el lugar desde 1907. Luego la vendió en 1913 los suizos Arduser y Buol, quienes se dedicaron a la cría de animales e instalaron un negocio de ramos generales. De esta época, Leonard Arduser nos dejó un testimonio maravilloso en sus diarios que su hijo Jorge publicó años más tarde. El libro se llama “Dos Suizos en el Nahuel Huapi” y en este link podrás disfrutar de su relato en formato de audiolibro.
En 1921 la adquirió Ernest Jewels, escocés, quien reforestó toda la península con especies exóticas. La familia Jewels recibía en su casa a muchos visitantes entre los que se destacan los señores Bustillo, García Merou, Pinedo, Lynch, Ortiz Basualdo.
En 1946 la estancia fue vendida a una compañía de urbanización que loteó el predio. La casa original, aún se conserva y constituye un baluarte de la arquitectura popular. Construida con troncos labrados a hacha, transmite la solidez y simplicidad con que fue concebida.
Preste atención que al lado de la puerta figura la fecha en que fue habitada por cada propietario.
Paisajes con Historia, Puerto Manzano
Cumelén

Cumelen significa en araucano “Lugar de Paz”. Fue bautizado así por Exequiel Bustillo en 1931 cuando adquirió estos lotes que habían pertenecido al colono Weeks y a la sucesión de la familia Newbery. En 1933 construyó su primera casa, diseñada por su hermano Alejandro Bustillo, la que fue ampliada en 1937. Observándola se distinguen las diferentes técnicas aplicadas para su construcción. Mientras que la primera es sencilla, de estructura simple y materiales menos trabajados; la segunda presenta un mayor trabajo de la piedra y la madera y con una estructura más compleja. Como todas las casas de aquella época albergaba en los largos veranos a gran cantidad de visitantes, principalmente de la alta sociedad porteña a la que pertenecía Bustillo.
En 1949 vende la propiedad a un grupo de amigos quienes lo dividieron en lotes más pequeños en 1951, y lo transformaron en el actual Country Club Cumelén. De este modo evitó que la política de expropiación de latifundios impuesta por el gobierno de D. Perón la afectara.
Y llegamos al centro comercial de la localidad de Villa La Angostura, que está integrado por varios barrios originados a lo largo de su desarrollo.

Su avenida principal se denomina Av. Arrayanes y desde aquí se puede llegar al casco histórico de la localidad, tomando a la izquierda el boulevard Nahuel Huapi y; si se toma a la derecha, la Av. Siete Lagos te llevará hacia Chile y la Ruta de los Siete Lagos.

Como punto de referencia verás, en la esquina de la intersección con ambos bulevares, el totem indicador de caminos de Parques Nacionales y se encuentra frente a la Oficina de Informes Turístico.

Barrio El Cruce
Cuando Parques Nacionales comenzó a realizar sus obras llegaron a la zona gran cantidad de obreros que con el tiempo se fueron asentando en el lugar y por lo tanto se hacía necesario destinar un área para que pudieran edificar sus hogares. Parques había subdividido la Villa en tres áreas: la comercial, hoy zona de puertos o casco histórico; la residencial, donde estaba estipulado que las propiedades debían responder a exigencias preestablecidas respecto a materiales, estilo y valores (mínimo $ 35.000.-), y el área pastoril destinada a emprendimientos agrícolas. Esta zona correspondía al área pastoril. porque era un “mallín” (lugar de tierras inundables), poco rentables para las actividades económicas de aquella época. Tampoco tenía paisajes atractivos, y se encontraba sobre el camino que llevaba a Bariloche y a Chile. Así fue que se interesó al Conde DiSagro, propietario del lote pastoril Nº 11, para que loteara esta parte de su propiedad. De esta manera comenzaron a edificarse las primeras casas y poco a poco el área fue creciendo y convirtiéndose en el centro comercial y administrativo de la localidad, a punto tal que todas las instituciones que Parques Nacionales había planificado que se ubicaran en el área comercial de la villa, se han ido trasladando hacia este sector.
Plaza San Martín
Este sitio cumplió la función de cementerio hasta que en los años ’40 se trasladó a su actual emplazamiento. La mayoría de los cuerpos fueron trasladados, pero aún descansan bajo este frondoso maitén los restos de Ignacio Antriao, uno de los viejos pobladores, descendiente de mapuches, llegado a fines del siglo pasado desde Chile.
Actualmente es un lugar perfecto para contemplar la vista panorámica de los tres cerros que rodean la localidad: De izquierda a derecha Belvedere, Inacayal y Bayo.

Distribuidor de caminos
Este distribuidor de caminos fue colocado aquí por Parques Nacionales en 1936. Construido en bloques de piedra modelados artesanalmente, elemento característico de la arquitectura impuesta por la institución, se encuentra aquí desde que este cruce era solo una huella de tierra indicando la convergencia de las rutas 231 y el Boulevard Nahuel Huapi que lleva a la zona de los puertos.
Capilla Virgen Niña
Fue construida en 1963, con la donación de la familia de la niña Diana Bortot, quien falleció ahogada en la Laguna Verde cuando intentaba salvar a su hermano que había caído al agua. Este hecho aconteció el 3 de febrero de 1962 y al año siguiente, en esa misma fecha se celebró la primer misa en la capilla. Sus restos descansan bajo el edificio. La misma recibe su nombre de la congregación a la que pertenecía la escuela en la que estudiaba la pequeña.
Automóvil Club Argentino
Esta estación de servicio es punto de referencia indiscutible desde 1943, en que comenzó a brindar apoyo a quienes transitaban por la zona. Su construcción y la de los caminos atrajo a gran cantidad de trabajadores que terminaron radicándose definitivamente en el lugar. En un principio el predio llegaba hasta el Boulevard, pero a medida que el pueblo fue creciendo se necesitó ampliar la avenida y entonces el ACA donó parte del terreno, y así fue que el muñeco distintivo de la institución quedó en el medio de la rotonda. En 1987 sufrió un incendio y fue reconstruido.

A principios del 2000 fue remodelado totalmente, tomando su aspecto actual. Sobre la Av. Arrayanes aún permanece el cartel característico indicador del Automovil Club Argentino.
Casas Originarias
Estas primeras construcciones del barrio datan de los años 40 y 50. Tienen características en común representativas de las técnicas aplicadas en la arquitectura de aquellos años, como son la utilización de la piedra y los troncos de ciprés modelados a mano, con los que se construyeron las paredes y las tejuelas. Sus vigas están labradas con una técnica denominada “hachuelado” que les da un toque decorativo muy particular. Todas poseen en sus pisos superiores las pequeñas ventanas (lucarnas), cuya función es la de permitir el paso de la luz sin que disminuya la temperatura interior, condición de sumo valor en aquellas épocas en que la calefacción era sólo a leña y pobre la aislación de las paredes. En esta arquitectura llevada a cabo por inmigrantes de diversos países se mezclan elementos del tipo de construcción que se hacía en su país de origen adecuados a las necesidades y disposición de materiales de esta zona.
Casa de los abuelos Fromers
Esta casa, ubicada en el terreno contiguo al Automovil Club, es la única que se conserva de aquella época.
Perteneció a la familia Frommers, que fueron quienes la construyeron y durante años tuvieron huerta y cría de conejos. Los abuelos Frommers, siguen siendo recordados con mucho cariño por quienes los conocieron. Posteriormente fue transformada en restaurante hasta la actualidad.

CASCO HISTÓRICO Villa La Angostura
Cuando a principios de siglo se crea la colonia pastoril Nahuel Huapi, este predio correspondía al lote pastoril Nº 9, asignado a la familia Antriao. En ese entonces esto era todo bosque. Cuando Parques Nacionales se hace cargo de la zona realiza una nueva mensura y destinó 400 has. – a partir del Istmo de Quetrihué -, para establecer una de sus villas turísticas, Villa La Angostura. En total Parques Nacionales proyectó cinco urbanizaciones turísticas dentro del Parque Nacional a las que denominó villas. Cada una estaba dividida en tres áreas: una comercial, otra residencial y una tercera agrícola. Esta zona de los puertos era el área comercial de la villa y aquí fue donde se construyeron todos los edificios públicos y comerciales más importantes. La principal actividad comercial y social se desarrollaba en este lugar hasta que el barrio el Cruce fue desarrollándose y eso produjo que poco a poco también se trasladaran todos los servicios . Actualmente viven muy pocas personas en forma permanente y se ha transformado en un área de paseo. Aún se conservan de aquella época los edificios construidos por Parques Nacionales: Capilla La Asunción, Casa del Guardaparque, el muelle, Escuela 104, Juzgado de Paz, Hotel Angostura; y de las construcciones particulares la casa de Don Roberto Marimón y parte del edificio del almacén de ramos generales “La Flecha”.
Si deseas recorrer el lugar con la asistencia de una audioguía, ingresá a este link:
Casa del Guardaparque
Esta construcción responde a la tipología clásica de Parques Nacionales, donde se observa el trabajo en bloque de la piedra realizado por obreros centroeuropeos que conocían el oficio. Se destacan también los múltiples techos, que implican una mayor complejidad arquitectónica.
Muelle de Parques Nacionales
Este muelle fue construido por Parques Nacionales en 1937 para que pudiera arribar la Modesta Victoria, primera embarcación del organismo. Fue construido con madera de coihue y aún se conserva la estructura original.
Edificio de Correos
En este sitio fue fundada Villa La Angostura el 15 de mayo de 1932 al inaugurarse la primera estación radiotelegráfica de la localidad. Hasta entonces la villa estaba aislada, lo que representaba un gran riesgo para la población.

Según consta en las Actas de Fundación, se la denominó “Correntoso” y dependía de la Dirección Nacional de Correos y Telégrafos de la Nación.
Primo Capraro aportó el edificio de madera, mientras que Lynch y Bustillo hicieron lo propio con el dinero para los equipos. En el acto estuvieron presentes gran cantidad de vecinos. En esa oportunidad cada uno de los presentes envió un telegrama y luego disfrutaron del infaltable asado para festejar. El pueblo fue bautizado con el nombre de “Nuevo Pueblo y Futura Ciudad Industrial Gral. Agustín P. Justo”, en honor al Presidente de la Nación de ese momento que hacía poco tiempo había visitado el lugar y prometido una serie de mejoras para la región. Con el tiempo se impuso la denominación popular de La Angostura en alusión al istmo que une la península de Quetrihue con el continente y así la denominó Parques Nacionales cuando planificó su urbanización años más tarde. En 1956 se inauguró el nuevo edificio a donde funcionó hasta su traslado a una oficina del Cruce en 1996, ya que todo el movimiento administrativo y económico se concentra allí.
Actualmente en ese edificio funciona Prefectura Naval Argentina.
Juzgado de Paz
Aquí funciona el Juzgado de Paz desde 1942. Antes de esa fecha estaba establecido en el paraje Nahuel Huapi, sobre la naciente del río Limay. Este edificio fue construido por Parques Nacionales en 1936, quien además lo diseñó como lo hacía con todos los edificios públicos de su jurisdicción. Una curiosidad: El primer nacimiento registrado data de 1903 y pertenece a Irma Rosalía Barría; al trasladarse a el nuevo edificio el primer nacimiento se registró en mayo de 1942 y también el apellido de la niña era Barría.
Capilla La Asunción

Esta capilla fue construida por Parques Nacionales en 1936. Se utilizó piedra, madera de ciprés y mampostería de ladrillo. Fue diseñada por el Arq. Alejandro Bustillo, quien se inspiró en la arquitectura del norte europeo. Su estructura es de una sola nave rectangular. Entre los elementos del interior merece destacarse la araña central y los vitreaux. Estiliza el edificio su campanario de forma puntiaguda, que recuerda a las iglesias normandas. Recién comenzó a funcionar en 1948. En un principio dependía de la Parroquia Asunción Inmaculada de Bariloche, luego pasó a depender de San Martín de los Andes hasta que en 1962 se la reconoció como Parroquia.
Escuela 104
La escuela funcionó aquí desde 1936 hasta 1976. Al igual que el resto de los edificios públicos fue diseñada por el cuerpo técnico de Parques Nacionales. Asistían a ella niños provenientes de hasta 5 leguas de distancia, inclusive del otro lado del lago. Muchos de ellos eran dejados por sus padres en pensión en casas de familia durante el período lectivo que comenzaba en setiembre y terminaba en mayo. En ese entonces la escuela cumplía una función social ya que además de educar también se vacunaba, se realizaban censos y por supuesto allí se reunía la población para las fiestas de las cuales la más importante era la del 25 de Mayo. Trabajar en una escuela de frontera era todo un desafío para aquellos maestros que debían afrontar necesidades de todo tipo. Una de las directoras más queridas, “la Nana” Munar, dice …”trabajar aquí me hizo sentir más que una empleada; me sentí persona….” En 1976 la escuela se trasladó al nuevo edificio ubicado en el barrio el Cruce.
Hotel Angostura
Es el primer hotel construido por Parques Nacionales en Villa la Angostura. Fue diseñado por el Arq. Miguel Angel Cesari, integrante del departamento técnico de la Institución. Se destaca porque desde sus comienzos contó con baños privados y calefacción central, servicios de vanguardia por aquellos años. Los turistas eran traídos desde San Carlos de Bariloche cruzando el lago con la Modesta Victoria y se quedaban por lo menos un mes.
Fue el primero construido en la Villa por Parques Nacionales. Sus primeros dueños fueron una familia de origen español de apellido Cores, quienes lo tuvieron desde el año ’38 en que se construyó hasta el ’47 en que lo adquirió el Sr. Cilley.
También diseñado por el arquitecto Bustillo y construido en piedra y madera, constituye una joya de la arquitectura de Parques ya que desde un comienzo contó con baños privados y calefacción central, servicios de vanguardia por aquellos años.
Frente a la puerta principal se puede apreciar un viejo coihue con cientos de años en sus raíces que se ha desarrollado de una manera poco habitual.
Su parque ofrece una vista única del puerto y el lago, pudiendo desde allí partir en las lanchas del hotel a realizar excursiones.
Alojarse en este hotel es poder transportarse a aquellas épocas en que los turistas llegaban en la Modesta Victoria a disfrutar de sus vacaciones.

El Messidor
Exequiel Bustillo, siendo Presidente de Parques Nacionales, alentó a muchos de sus conocidos de la Alta Sociedad Porteña para que compraran tierras dentro de la jurisdicción de Parques Nacionales. Bustillo quería incentivar el poblamiento como forma de afianzar la soberanía nacional. Otro de sus objetivos era el de fomentar la actividad turística. En aquellas épocas el turismo estaba reservado a una élite que contaba con los recursos para realizar viajes de placer. Se acostumbraba poseer casas de veraneo a las que se invitaban amigos. Aquí pasaban los meses de verano disfrutando del descanso y los paseos.
El Messidor fue una residencia veraniega que perteneció a Sara Madero de Demaría Salas, prima de Exequiel y Alejandro Bustillo. Su nombre significa en francés “mes de oro” en referencia al mes que maduran los trigales. El Arq. Alejandro Bustillo fue quien la diseñó inspirado en las casas de campo francesas. Para su construcción se utilizó granito de la zona y madera de ciprés traída del otro lado del lago. La casa está compuesta de dos plantas. Sus techos se realizaron de asbesto gris, imitación pizarra, revestidos en el interior con madera de ciprés. Los torreones terminados en forma cónica evocan los castillos medievales. En su parque se plantaron especies autóctonas que le dan un gran colorido sobre todo en otoño.
La situación económica de los años ’50 y ’60 llevaron a la mayoría de estas familias a vender estas propiedades ya que los impuestos que debían pagar encarecían mucho el mantenimiento de las mismas. Lo mismo le sucedió a la propietaria de esta casona quien a mediados de la década del ’60 la vendió al Gobierno de la Provincia del Neuquén. Desde entonces se ha convertido en Residencia Oficial donde son alojados invitados del Gobierno Provincial. En 1976 estuvo detenida durante varios meses la ex presidenta de la Nación, Isabel Martínez de Perón.
Muelle y Almacén “La Flecha”
En este sitio funcionó desde el año 1938 hasta 1953 el almacén denominado “La Flecha”. Su propietario fue don José Luis Barbagelatta quien junto a sus hermanos Enrique y Jorge proveía a toda la zona de mercaderías y brindaba el servicio de transporte de carga. Al muelle que se encuentra a pocos metros llegaban las embarcaciones con mercadería y los pobladores del otro lado del lago que venían a proveerse. En este almacén se concentraba todo el movimiento comercial y social de esta zona; “La Flecha” era el lugar de encuentro. El edificio original se incendió pero aún se conserva la pequeña construcción poligonal donde funcionaba la carnicería. Posteriormente se construyó el edificio de dos plantas que funcionó hasta la década del ’70 en que cerró sus puertas definitivamente.
El Club Social y Deportivo “Angostura”
Aquí funcionan las instalaciones del primer club de estas características de la localidad. Fue creado el l4 de noviembre de 1939 por un grupo de vecinos entusiastas del fútbol, entre los que figuraban los hermanos Barbagelatta, Tierno, Roberto Marimón, entre otros. Desde esta institución se fomentó la práctica deportiva, principalmente el fútbol y también el motocross. Hasta que tuvieron su propia sede se reunían en el almacén pero con el tiempo la importancia de las actividades hizo que requirieran de un lugar aparte y así construyeron esta edificiación. En los años 60 y 70 constituyó el lugar de reunión social por excelencia, organizando bailes al que concurría toda la comunidad. Desde la década del ’40 su secretario fue don Enrique Martín Barbagelatta, quien se dedicó con mucho cariño al engrandecimiento de la institución. Falleció en 1983 y en homenaje a su labor se puso su nombre al gimnasio municipal.
Casa de Roberto Marimón
Esta es una de las primeras casas que se edificaron en esta área de los puertos. La construyó don Roberto Marimón a fines de los años ‘30. El lote se lo compró a Parques Nacionales. Representa el tipo de construcción popular de la época, de diseño sencillo y con materiales del lugar. Su base es de piedra, la estructura es de madera trabajada a mano, con lucarnas en el piso superior. Su techo originalmente era de tejuelas de ciprés, hoy ha sido reemplazado por chapas de zinc. Durante un tiempo Marimón y su señora tuvieron aquí una despensa que la llamaron “Quila Quintue” (tres miradores). En la casa más pequeña habitó durante muchos años el primer fotógrafo de la villa, el Sr. Tratnick, recordado con mucho cariño por quienes lo conocieron.

Hotel Correntoso

Hacia 1910 Primo Capraro construyó aquí el primer hotel de Villa la Angostura. Realizado totalmente de madera machimbrada, esto representó un avance en las técnicas de construcción ya que hasta entonces la madera era trabajada a mano. La maquinaria la importó el propio Capraro. Los techos estaban hechos con tejuelas de ciprés, funcionó hasta el año 1950 en que su hijo Francisco construyó el actual Hotel Correntoso, utilizando como material novedoso bloques de arena volcánica para su estructura. A este hotel llegaban en las primeras décadas del siglo los selectos grupos de turistas que venían a descubrir la zona en excursiones lacustres desde Bariloche. También contaba en la playa Ultima Esperanza con unos bancos y mesas donde se trasladaban los turistas para pasar el día y tomar el té. Aún sigue siendo punto de referencia indiscutible para los pescadores que nos visitan, ya que el río Correntoso es famoso a nivel mundial por el tamaño y cantidad de sus truchas que lo convierten en un lugar ideal para la práctica deportiva en la modalidad “mosca”.

Hacia 1920, Primo Capraro levantó sobre el Río Correntoso, en el mismo sitio que ocupa el actual hotel un modesto establecimiento totalmente de madera machimbrada y techos de tejuelas de ciprés. Estaba compuesto de cinco habitaciones con una capacidad de hasta 30 personas. Funcionó hasta fines de los ‘40.
A este hotel llegaban los primeros grupos de turistas que venían a descubrir la zona o excursiones lacustres desde Bariloche. También contaba, en la playa del brazo Última Esperanza, con unos bancos y mesas donde se trasladaba a los turistas para pasar el día y tomar el té.
También había en el lugar un negocio de ramos generales, atendido por el encargado del hotel, en el que se abastecían los pobladores. Cuenta Clotilde Carmoney, memoriosa vecina, que cuando eran chicos vivían en “Selvana” (a diez cuadras del cruce, camino a la Villa) y tenían que ir a comprar a este almacén que quedaba del otro lado del río; entonces con tiros avisaban su llegada y el encargado del almacén les tomaba el pedido (a gritos) y se lo alcanzaba cruzando en bote.
En 1950, el hijo de Primo Capraro, Francisco, construyó el actual Hotel Correntoso, utilizando como material novedoso bloques de arena volcánica para su estructura. Tenía capacidad como para 70- 80 personas. El personal era traído desde Bariloche y entre ellas se encontraban suizas que con su experiencia hotelera formaron profesionalmente a muchas de las personas que hoy trabajan en turismo.
Las empresas de turismo como Villalonga y Exprinter desde Buenos Aires organizaban excursiones a pequeños grupos que permanecían dos o tres días. Llegaban en tren hasta Jacobacci, de allí se los trasladaba en automóvil hasta Bariloche y luego los embarcaban hasta el hotel.
En un cerro ubicado detrás del hotel, se erige un busto levantado por los vecinos en memoria de Primo Capraro, al cumplirse en 1953 el cincuentenario de la llegada a la zona del principal promotor del desarrollo regional.
Arauco
En este paraje a principios de siglo Primo Capraro montó el primer aserradero mecánico de la zona. La incorporación de maquinarias permitió trabajar la madera en forma de tablas y tirantes de un modo más rápido y sencillo. El sistema que se utilizaba era el denominado “banco americano”, que consistía en una cierra circular que aserraba los troncos montados en un carro sobre rieles, con un mecanismo de avance y retroceso. Funcionaba con un motor a vapor llamado “locomobile”. Los aserraderos se ubicaban al borde de los lagos para facilitar el transporte de la madera. El árbol más codiciado era el ciprés mientras que el coihue era utilizado para construcciones de menor importancia. En este establecimiento se fabricaban varillas para alambrados que eran vendidas principalmente a terratenientes de la Patagonia para delimitar sus propiedades.
Inalco
Esta propiedad llamada antiguamente Puerto Baratta correspondía al lote pastoril Nº 8 adquirido a principio de siglo por Primo Capraro y Federico Baratta, quienes habían sido compañeros de milicia en Italia, y al reencontrarse en Argentina se asociaron temporariamente para la explotación maderera. Posteriormente Capraro compró la parte y en 1940 el predio fue adquirido por la familia García Merou, quien construyó aquí una residencia de verano. El encargado de diseñar la construcción fue el arquitecto Alejandro Bustillo, quien se inspiró en las casas de campo francesas, con una residencia principal y una serie de construcciones denominadas en su conjunto “farm”, compuesta por la casa de los peones, la carnicería, un establo y un gallinero. Entre estos edificios se halla una fuente circular utilizada como bebedero de animales. Todas estas construcciones se mantienen en buen estado de conservación. En la década del ’70 fue vendido y durante varios años funcionó aquí un criadero de perros San Bernardo, del que todavía se mantienen algunas instalaciones. Actualmente está alquilado por un colegio privado de Buenos Aires que lo utiliza como colonia de vacaciones.
A partir de aquí, comenzarás el recorrido por la famosa Ruta de los Siete Lagos.
Esta ruta escénica, además de ofrecer unos paisajes maravillosos, también conserva muchas historias de vida que encontrarás en poblaciones como La Bellunese, Espejo Chico, Quintupuray, Lagos, Urrutia, Curruhuinca y referencias históricas que podrás conocer ingresando al CIRCUITO DE LOS SIETE LAGOS
Lago Espejo
En este lugar se afincó en 1936 la familia Meier, inmigrantes alemanes que construyeron un establecimiento hotelero y realizaron diversas mejoras según las condiciones establecidas por Parques Nacionales. A este hotel llegaban personajes muy importantes, y como era común en esa época, doña Dora Meier criaba animales y tenía una huerta con verduras y frutas finas que utilizaba para consumo del hotel. También se contaba con un servicio de lancha para realizar excursiones con los pescadores. En 1961 la propiedad se vendió a una congregación salesiana. En 1986 el viejo edificio se destruyó por un incendio y años después se levantó sobre sus cimientos el actual que es de propiedad privada.
La Bellunese
Primo Capraro fundó esta estanzuela en 1907 y desde entonces fue habitada por la familia de Carlos Colletti, oriundo del mismo lugar que Capraro, la provincia de Belluno. La casa y el resto de las construcciones datan de principio de siglo y constituyen un ejemplo típico de la arquitectura popular con marcada influencia de las técnicas y estilos de construcción del sur de Chile.
Espejo Chico Casa de Matus
Desde 1922 vive aquí la familia Matus, quienes llegaron desde Chile y con un permiso precario otorgado por la Oficina de Tierras y Colonias de la Nación, se instalaron en esta legua de campo en la que cultivaron durante años trigo, avena, papas y otras verduras y criaron animales. De aquella época es la vivienda, los corrales y cercos, todo de madera trabajada a mano. La casa es de estructura sencilla y con pocas aberturas para evitar que entre frío. Fue construida con las técnicas típicas de la zona del sur de Chile, que ejerció gran influencia en el estilo de construcción de nuestra zona.
Y luego de transitar unos 100 kms por esta “galería de paisajes “, arribarás a la localidad de San Martín de los Andes.
SAN MARTÍN DE LOS ANDES
Esta localidad cordillerana, tuvo un origen diferente al de Villa la Angostura. Nació como Fuerte durante la Campaña del Desierto. En el año 1898 llegó al valle del Lácar la “División de los Andes”, comandada por el General Rudecindo Roca, quien cumpliendo órdenes partió desde el Fuerte Roca para tomar posesión definitiva de la zona, en nombre de la Nación. La división estaba compuesta por el Regimiento 3 de Caballería de Línea, Constituido por cuatro escuadrones.
El primer encuentro entre el General Rudecindo Roca y el cacique Curruhuinca se realizó en el antiguo mirador del valle del arroyo Pocahullo. Este fue acordado por el Sr. Serafín O. Galán Deheza, quien años antes había relevado la zona y hecho amistad con el cacique. A partir del acuerdo entre las partes, se decidió la fundación del pueblo de San Martín de los Andes, en el valle donde los aborígenes se protegían de los rigurosos inviernos.
A 60 km. de San Martín de los Andes se encuentra la ciudad de Junín de los Andes que es la localidad más antigua del sur de la provincia de Neuquén.
JUNIN DE LOS ANDES
Junín de los Andes se originó a la vera del río Chimehuin a partir del asentamiento del ejército argentino y de la Iglesia Católica. Ambos le han dado una impronta inconfundible a este pueblo que sigue manteniendo su esencia.
Junín de los Andes, fundada el 15 de febrero de 1883, es la localidad más antigua de la provincia de Neuquén. Sus orígenes se remontan a la época prehispánica, cuando los pueblos mapuches y tehuelches habitaban la región. Con la llegada de las tropas militares argentinas y posteriormente de los misioneros salesianos, la ciudad comenzó a desarrollarse, integrando las culturas indígena y europea.
El museo está ubicado en un edificio que refleja la arquitectura típica de la zona, en pleno casco histórico de la ciudad. Sus muestras incluyen fotografías, artefactos, documentos y mapas que narran la historia de Junín de los Andes desde sus primeros habitantes hasta su actual configuración. Además, se destaca la fusión cultural entre los pueblos originarios y los pioneros argentinos, formando una identidad local única.
Justamente, de esa identidad asociada a las expresiones religiosas, sin duda alguna te recomendamos visitar la Iglesia y El Vía Cristi.
El Museo y Archivo Histórico Municipal de Junín de los Andes es una visita obligada para quienes deseen comprender la rica historia y cultura de esta encantadora ciudad patagónica.
Siguiendo por la ruta, encontrarás a la izquierda, cruzando el río Chimehuín el camino hacia el paso fronterizo Mamuil Malal por el que se accede a la base del Volcán Lanín y Lago Tromen.
hacia la derecha seguimos con el circuito histórico pasando por la zona conocida como La Rinconada, y unos kilómetros más adelante, luego de pasar el cruce de la ruta hacia la localidad de Zapala, el camino comienza a bordear el río Collón Curá.
Río Collón Cura
Este río es uno de los más importantes de la Patagonia. Nace de la unión de los ríos Chimehuín y Aluminé. Desemboca en el río Limay, donde se encuentra la represa y el puente que cruzarás para retomar en dirección a San Carlos de Bariloche y Villa La Angostura.
Desde su nacimiento hasta su desembocadura recorre unos 95 kms. en el que se puede pescar y realizar observación de aves.
Este río ha sido testigo de hechos de nuestra historia regional, cuando en 1783, el piloto español Basilio Villarino, navegó por estas aguas, con su flota de chalupas a vela. Su misión era encontrar una salida al océano Pacífico, navegando los ríos desde el océano Atlántico. Una aseveración del jesuita Falkner, puso en alerta a la corona española, ante la posibilidad que alguna potencia europea decidiera ocupar la Patagonia.
Villarino no logró su cometido, pero dejó en sus diarios de viaje mucha información acerca de la cultura e idiosincrasia de los grupos aborígenes con los que contactó.
Y una vez que cruzás el puente del Collón Curá (Máscara de Piedra), comienza el camino de retorno hacia la boca del Limay por la RN 237.
A la izquierda va a aparecer lentamente el río Limay sobre el que se desarrollan algunas estaciones de recría de trucha en Alicura y también el desvío de entrada a la estancia Paso Flores, perteneciente a una colonia de alemanes que se hicieron famosos por la calidad de su chucrut.
Unos 40 kms. antes, divisarán un pequeño caserío que asoma del otro lado del río. Es la localidad de Villa Llanquín
Villa Llanquín
Este pequeño pueblo de encanto rural al que se llega en la balsa que cruza el río Limay que corre entre Neuquén y Río Negro es una maravilla que cada vez más turistas descubren.
Se accede a ella a través de una balsa gratuita que desde las 8 a las 20 hs. cruza el río permanentemente. Puedes acceder con ella subiendo tu vehículo o por el puente peatonal. En ese caso el vehículo se deja en el estacionamiento sobre la ruta.
En este pueblo, sus habitantes ofrecen comidas en puestos alrededor de la plaza y sus alrededores son ideales para descansar , pescar o realizar trekking.
Villa LLanquín lleva su nombre por su primer poblador, de apellido LLanquín, que perteneció a la tribu de los Curruhuinca, de la zona de San Martín de los Andes, y que prestó servicio al Ejército Argentino durante la Campaña del Desierto. Por esta razón, finalizada la misma, le otorgaron estas tierras en las que poco a poco se fueron asentando familias de pobladores, la mayoría de origen araucano, que en esa época llegaban en busca de un lugar donde vivir. Llanquín les facilitaba un espacio dentro de estas tierras y así fue tomando forma este paraje que, hasta hace pocos años, carecía de todo servicio y permanecía perdido en la inmensidad de la meseta patagónica.
Y ya, a pocos kilómetros del cruce con la ruta que lleva a Villa La Angostura, sobre mano izquierda verás un cartel que dice: Rincón de Creide, propiedad de la familia del mismo nombre que a fines del 1800 se asentó en este lugar, llevando una vida digna de películas del Far West, en la que no faltaron bandoleros y otros personajes de dudosa procedencia. Justamente, la rudeza del lugar y el incendio sufrido en la población llevó a que se mudaran a la localidad de San Martín de los Andes.
Finalmente, sobre mano derecha se encuentra la entrada a la Estancia Chacabuco.
Estancia Chacabuco
. Posteriormente allí se instaló el fortín Chacabuco y, al finalizar la Campaña del Desierto, el pionero estadounidense Ralpf Newbery lo solicitó como tierra a colonizar, construyendo allí el casco principal de su estancia.
Sus dueños actuales organizan excursiones dentro de la estancia para recorrer sus paisajes y disfrutar de la vida de campo de la Patagonia.
En la zona existen muchas Estancias Patagónicas que surgieron a partir de que el Gobierno Nacional, una vez finalizada la Campaña del Desierto, retribuyó con tierras a militares que habían luchado en el ejército y también a grupos y particulares que habían aportado dinero para financiarla, mediante a compra de bonos.
La inmensidad de la Patagonia y la hostilidad de su clima, llevó a otorgar gran cantidad de hectáreas de tierra, generando latifundios dedicados principalmente a la explotación ganadera.
Estancia Tequel Malal

Jarred Jones, fue el primer blanco en asentarse en la zona. En este lugar tenía sus tolderías el cacique Inacayal; hasta que luego de la Campaña del Desierto, sus tierras fueron otorgadas a este norteamericano proveniente de Texas que llegó arriando ganado y terminó siendo uno de los protagonistas más relevantes de toda la zona por su espíritu aventurero y visionario.
Fue él quien abrió el primer almacén de ramos generales “La Carolina”(hoy el Boliche Viejo) y también quien trajo los primeros automóviles de la zona.
La dificultad para atraer colonos hizo que el Gobierno, con el objetivo de incentivar el poblamiento, les otorgara a las estancias hasta un30% más de superficie para que propiciaran la fundación de pueblos. En la conocida Línea Sur, hay muchos ejemplos de ellos: Pilcaniyeu, Ñorquinco, entre otros.
Y llegamos a nuestro punto de partida, esperando que hayan disfrutado del recorrido y conocido un poco más de la historia de nuestra región y sus protagonistas.

